
Tu inexorable
mirada de adioses
que montaraz cabalga
en las fauces del viento
sigue siendo una dádiva despeñada en mi memoria
aún lame las ancas del recuerdo
dando zarpazos con su vuelo de tábano
y su afilado verde de Lepanto
que implacable
abre las llagas de su ausencia
precioso.triste pero precioso.
ResponderEliminarmagnífica ilustración.jejee
un abrazo.
Erótico e intenso, cuando se aman con intensidad la lejanía y la ausencia hace que nuestras almas se retuerzan en el dolor ausente de un amor cercano, que se abran las llagas.
ResponderEliminarSaludos
Me encanta la foto!!!!
ResponderEliminarLas imágenes del poema compiten con la fotografía.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso para ti, J.L.
Tiempo sin bloggear mucho, pero por acá de nuevo.
Me gustó este poema un poco salvaje, como la ausencia.
en la soledad
ResponderEliminarsiempre la ausencia es la que gobierna
y tortura el deseo
a todo el cuerpo con su razón presa.
interesante distribución de los versos , que le dan movilidad y hace un juego interesante de leer en distintos órdenes:=)
FELICITACIONES