10 feb 2012

Cosas sobre versos que aún no existen


Este prestigio

intransferible de su sombra

incómoda nota a pie de página

que no prescribe

es el canto apagado de una corchea

el interruptor de la luz maltrecho

los cinco zapatos de pares

alistados a la iz...quier...

la TV transmitiendo

fiambres anglosajones en mute

un golpe involuntario

a la vieja guitarra de valses y Tárrega

algunos libros presos

en sus ergástulas de cartón

el cilindro elástico de ropa sucia

esperando expiar su mugre

la nostalgia mezclada

con pretéritas bocanadas de pipa

el recuerdo de la inquilina

que antes sudó en secreto cualquier noche

el intenso color de tres guacamayas

falsas en un cuadro

Aiwa esperando el permiso para abrir su boca

en alguna estación de radio

la madre de Polanski muerta en Auschwitz

el pequeño sombrero rojo

de la lámpara de lectura

espejo uno

calumniador de falsas esperanzas

espejo dos

del lavabo y el dentífrico

un dibujo inesperado

con trazos Faber Castel

olor a niño

olor a risa

sobre versos que aún no existen

el pequeño Erebo

anunciando su alquiler de quince y último

la casera y su falaz e inexpresivo saludo

esa sombra promiscua

irrenunciable

nunca muere

siempre atenta al despliegue de sus pasos.

2 comentarios:

Ophir Alviárez dijo...

El recuerdo de la inquilina que sudó en secreto, el cilindro de ropa sucia y su mugre, el paso de los días, quince y último, los libros, los zapatos, lo que se fue, lo que se anhela, la resignación, la esperanza, lo entre dicho, la tristeza, siempre la tristeza ahí, como si nada...

Y te leo y suspiro y qué vaina con la tristeza y las letras evidencia

Abrazo develado,

Ophir

Anónimo dijo...

Ante tanta palabra puesta con tanto arte, yo prefiero callar, como esa radio Aiwa que espera que le den al botón de la emisora, jeje.
No sé cómo podéis hacer esas cosas :D