La palabra clave es “agradecer”;
agradecer a tu todo o a tu nada; a tu vocación, al entendimiento y —también— a
la suerte. A los amigos de siempre, a los viejos y a los nuevos; a los que
entraron en tu vida para instalarse y a los que se tomaron un café y de manera
inexplicable se largaron; a las
fuerzas poderosas que hacen que siempre te muevas, tal vez a un punto incierto,
pero con ánimo efervescente; a los dioses de uno, los de otros o a la ausencia
de éstos, pues la importancia de hacer el bien en este plano, no es cuestión de
demiurgos, sino de ser buen ciudadano, nieto, hijo, padre, hermano, compañero y amigo.
Agradecer como símbolo de humildad,
porque hay hilos invisibles que mueven las cosas, no sé cómo, pero la intuición
me dice que es así, y si estoy equivocado, qué demonios, estoy en mi derecho a
equivocarme, a errar, a un hundir la suela de mi zapato en el fango que algún
día será piso firme. Agradecer por las bendiciones recibidas en forma de niño,
salud, trabajo, esperanza, radio, libros, metas, música, gente, sonrisas y
también —debo decirlo— a la incertidumbre, al fracaso, la rabia, la
impaciencia, la frustración y al miedo, porque de ellos se aprende tanto o más
que de las victorias.
Agradecer a Lesbia
Quintero por publicar Lunar de viento
y a Roger Michelena por publicar Verde
que me muero, mis dos primeros libros. Como lo dije en la presentación de L.D.V. “hay gente extraña en el
mundo”. Agradecer al 2013 que me recibió en la orilla del mar, embalsamando
todo lo que hice y lo que aún está por hacerse. A los tres gatos que leen este
blog, por obsequiarme parte de su tiempo para leerme. En fin, aquí les dejo mi resumen
de lecturas 2013. No pude reseñar todo lo que leí. Múltiples y variopintas
ocupaciones, como buen venezolano que se precia, me lo impidieron. Tampoco voy
hacer trampa colocando lecturas en curso que terminaré en enero 2014, ni lo
haré con libros de teoría a los cuales vuelvo por una u otra razón. Gracias queridos
libros, amigos silentes que no se quejan por nada, que me permiten resaltarlos,
marcarlos y provocarles sutiles esguinces en las esquinas; también le agradezco a Scarlett Johansson
por la invitación a su boda (me pidió que no revelara la fecha todavía); a Woody Allen por el privilegio de invitarme a la
función privada de “Blue Jasmine”; a Lars Von Trier por su insistencia para que fuera al rodaje de algunas escenas de "Nymphomaniac" y a todos los poetas y narradores venezolanos
—vivos o trascendidos— por el legado literario. Sumar lectores es restar balas. A todos ustedes, namasté.
(¡Bueno, ya!).
1. Chulapos Mambo, Juan Carlos
Méndez Guédez
2. Juventud, J. M. Coetzee
3. Pequeños mandamientos, Beatriz
Calcaño
4. Respiración artificial, Ricardo Piglia
5. Bonsái, Alejandro Zambra
6. Trilogía de Nueva York, Paul Auster
7. Los ídolos a nado, Carlos Monsiváis
8. El arte de la fuga, Sergio Pitol
9. El mago de Viena, Sergio Pitol
10. Poesía y suicidio en Venezuela, Miguel Marcotrigiano
11. El animal moribundo, Philip Roth
12. Nunca más Lili Marleen, David Alizo
13. Todos vuelven, Ángel Gustavo
Infante
14. Catalina de Miranda, Xiomary Urbáez
15. La segunda y sagrada familia, Inés Muñoz Aguirre
16. El palacio del llano, Juan Carlos Zapata
17. Hojas de romero, Miriam Marrero
18. Cartas para Floria, Joaquín Marta Sosa
19. Breviario del ocio, Carmen Rosa Gómez
20. Cubagua, Enrique Bernardo Núñez
21. La vida privada de los árboles, Alejandro Zambra
22. Formas
de volver a casa, Alejandro Zambra
23. Estar solos, Andrés Neuman
24. Nosotros todos, Manuel Acedo
25. Las mujeres de Houdini, Sonia Chocrón
26. Trilogía de la memoria, Sergio Pitol
27. París no se acaba nunca, Enrique Vila-Matas
28. Lecturas: del espacio íntimo al espacio público, Michèle Petit
29. Sobre la lectura, Marcel Proust
30. Rating, Alberto Barrera Tyzka
31. La maravillosa y breve vida de Oscar Wao, Junot Díaz
32. El contador de arena, Ignacio Yepes Beltrán
33. Zombis, rinocerontes y la verdad en psicoanálisis, Carlos Márquez
34. Perdidos en Frog, Jesús
Miguel Soto
35. Procedencia desconocida, Antonieta Benítez
36. Las topias de la invocación,
Leoner Ramos
37. Polvo de hormiga hembra, Yoyiana Ahumada
38. Blandos, Gabriela Rosas
39. Historias de mujeres perversas, Marianne Díaz
40. Al fijo del reloj, Richard Sabogal
41. Ajuar funerario, Fernando Iwasaki
42. La biografía difusa de Sombra Castañeda, Marcio Veloz Maggiolo
43. Fuera de tiesto, Armando Rojas Guardia
44. El contador de arena, Ignacio Yepes Beltrán
44. El contador de arena, Ignacio Yepes Beltrán
45. Tres tristes tigres, Guillermo Cabrera Infante
46. Herida o la claridad del deseo, Francisco Arévalo
47. Desde el balcón, Carmelo Chillida
46. Herida o la claridad del deseo, Francisco Arévalo
47. Desde el balcón, Carmelo Chillida
48. Verde que me muero, J.
Maldonado
2 comentarios:
Feliz de ser una de esos tres gatos...
Poeta, un año después encuentro este post suyo, gracias mil por la mención, un abrazo,
B.C.
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