En el proceso de relectura que hiciera recientemente de El falso cuaderno de Narciso Espejo, me hallé con subrayados que hice hace mucho tiempo y que hoy compartiré en estos escombros. Acercarse nuevamente a la obra de Guillermo Meneses siempre deja un grato sabor en la memoria a través de su magistral narrativa. Es mantener viva la palabra de un venezolano ilustre de las letras cuya prosa desborda luminosidad y fino estilo. El trabajo de este notable narrador será siempre fundamental para todos los amantes de las letras nacidos en Venezuela y una ventana extraordinaria por medio de la cual amigos de otras latitudes puedan aproximarse al “cronista de Caracas” como también se le conoce.
Diez subrayados extraídos de El falso cuaderno de Narciso Espejo.
- Soy, en cierta manera, escritor. Digo en cierta manera, porque no es la literatura actividad de la cual derive mis medios de subsistencia; ni siquiera he logrado esa aldeana seguridad que produce la pequeña gloria formada por las favorables opiniones de la ciudad donde hemos nacido.
- He negado la imagen de Dios manchada de humanas apetencias igual que he negado el místico ímpetu de ascensión hacia lo divino apoyado en podrida materia. Temo frecuentemente que fango y misticismo continúan acompañándome.
- En esto me parezco a otro amigo –José Vargas– contra el cual, además, guardo definidos rencores, por actos que no tengo por qué relatar aquí.
- Solterón, escritor en cierta manera, comentarista de la obra ajena, los movimientos de mi razón y de mi sentimiento se corresponden en un pequeño mundo fabricado a mi medida, sin precisa relación con esa serie de apariencias a las que llaman realidad.
- Toda falsificación supone un original, interesante –entre otras razones– porque mereció corrección y engaño.
- Al menos los labios de Narciso se movían como si dijese secretos de amor sobre la piel del agua.
- Los sueños son los espejos del futuro.
- Bien podía ser lo cierto que fuera yo el chico que nació en el pesebre de Belén, con derecho a ser adorado por todas las gentes del mundo.
- El cambio de la palabra en los juegos de la sintaxis. Me parecía que podía tocar el fino movimiento de las preposiciones en sus ataques contra el sustantivo, cuando lo hacían cambiar de lugar, de tiempo y metían dentro de él o corrían a su lado o se apartaban en lejanía.
- Sí. Yo había escuchado muchas veces esos razonamientos conforme a los cuales Dios era un personaje capaz de valerse de una serie de artimañas para imponer su voluntad en el corazón del hombre y luego, cuando ya éste sentía como propios los designios divinos, el personaje sonreía sarcástico, complacido de su astucia.
5 comentarios:
Buen escritor no lo conocía y sobre los subrayados me gustaron el 8 y el 10, ese último un pensamiento muy profundo de Dios.
Saludos
Gracias por este regalo maravilloso que no haces.
Muy buenas frases encontraste!
me sorprende verte como siempre.
un abrazo.
necesito ese libro pero soy de argentina, alguno lo tiene en la compu para pasarlo?? grax!!
La única opción que veo es que lo halles en http://www.bibliotecayacucho.gob.ve/
No sé si está allí.
Suerte.
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