27 ene 2011

Poesía re-unida

La poesía como forma y sentimiento; como sonoridad y fuerza significante; tal vez como entidad purificadora y fuente de catarsis y reflexión. Estas palabras me vienen al instante cuando leo la poesía de Sonia Chocrón, cuyo trabajo es por encima de todo, honesto. En días pasados el poeta Carlos Eduardo Fuenmayor (http://lamaradasnegras.blogspot.com), citaba a Rilke en su twitter. Decía: "Si su vida no está llena de poesía, no culpe a la poesía, cúlpese a usted". Y aunque no sé di la vida de la poeta está llena de poesía, sí puedo decir que Toledana; Púrpura y La buena hora, sus tres trabajos poéticos encontrados en Poesía re-unida (Bid & Co. Editor), está repleto de poesía –y de la buena.

La voz de Chocrón es diáfana y definida. La podemos identificar a través de la lectura de estos poemarios en conjunto, en donde hay deseos y penas; fe y espiritualidad, y no aquella que es desmedida e irracional, no; sino aquella que duele y sabe que hiere. Hay “pena / penita pena / que no sé si es señal de Dios”, versos que nos llevan a imaginar a Lorca paseando, por qué no, a través de alguna calle de Toledo (ciudad que acogió a la comunidad sefardí por unos cuantos siglos), en donde la poeta “desea con ansias de deseo”, y se auto reconoce cuando dice: “Estás allí, Sonia / con la vacua sensación de disiparte…”

Algo de reverencia a las grandes fuentes poéticas españolas, que de seguro curtieron sus lecturas, hay aquí en Poesía re-unida. Intuyo que en ocasiones premeditadamente y en otras tantas desde la candidez de lo que escribe, pero no por ello, menos sublime y respetuosa; quizás hasta por ósmosis en su quehacer poético podemos sentir ese tono, ese ritmo, y sobre todo, ese significado que nos pasa por las ramblas de su imaginario.

Toledana, como cariñosamente le decimos a Sonia Chocrón, con vihuela en mano se transforma en juglar, en vocero de una poesía que cobra vida gracias a sus versos cantándole a la vida, y por tanto, también a la muerte: “minutos después de la caza / entenderé que la muerte llega / de muchas formas irresolutas”.

Tal vez por esa humildad que la caracteriza o por un pisar tierra in extremis con respecto a su trabajo creativo, me dijo hace unos meses atrás: “ya con poesía nada, voy por otro camino”. Hay que ver si eso es cierto, si en los meandros ocultos de su privacidad, sigue creando poesía o, tal como lo dice al inicio de Poesía re-unida, “los nuevos derroteros traen ya otras voces…”.

Qué mejor manera para cerrar esta fugaz aproximación con dos poemas, que por antagónicos, se corresponden, se alimentan el uno al otro en irrenunciable complemento:

FE CIEGA

Yo me digo

La luz enceguecedora de la fe

hace más oscuras las razones del Señor.


PARCA

Vendrás porque te espero te espero

a pesar de que sea largo el día anocheciendo

y se crucen los cielos confundidos

de lo negro y la luz enrarecidos

Aguardo por ti, te espero

porque todo calendario, oh querida lo sé,

tiene su abismo.

26 ene 2011

Deambulando hacia la lumbre

Un grupo de estudiantes latinoamericanos convergen en la Universidad en Pittsburg para adentrarse en Estudios Culturales. Las diversas voces de chilenos, peruanos, cubanos, mejicanos, dominicanos, colombianos, venezolanos y argentinos, se dejan oír a la perfección en Deambulando hacia la lumbre de Mariana Libertad Suárez, en donde el mundo académico, a veces prepotente y arrogante, es satirizado con las variopintas situaciones que viven sus personajes, algunos más acomplejados que otros, desde el tema de la sexualidad hasta el político, tema que aún no puede eximirse de revoluciones latinoamericanas, de sus Chés y Fideles, que a través de la trama es ambientada con algunas canciones de Silvio Rodríguez en más de una ocasión.

Todo comienza cuando el periodista argentino Ulises O. Puig quiere escribir una novela policial. Para ello, comienza a investigar la muerte del profesor colombiano Octavio Modotti, una especie de rockstar pero llevado a la literatura, entablando conversaciones con los alumnos más allegados a “El dromedario”, como bien le decían. Modotti, explayado más en su manera de ser, manipuladora y algo pervertida, y no tanto por su talento dentro de la novela, termina siendo ese titiritero que lleva parte de la trama y la anécdota dentro de Deambulando hacia la lumbre hasta su desenlace.

Cada uno de los personajes se va desmontando a sí mismo con sus dilemas, sus conflictos y atribuladas psiquis, en un medio que para sobrevivir, hay que hacer el mejor de los esfuerzos, bien por sus capacidades, bien por colocar la zancadilla oportuna cuando sea necesario, más aún con toda la problemática inherente a estos estudiantes expatriados que envidian, codician y compiten; personajes que además están en busca de su propia identidad en mundo académico ironizado tras la narrativa de la autora. “El dromedario” pudiera resultar excelso en términos intelectuales en algunas ocasiones dentro de la historia, pero en otras tantas, detestable como ser humano. ¿Cómo murió? Allí el quid de Deambulando hacia la lumbre.

18 ene 2011

Taller: El arte de narrar

Una excelente oportunidad para comenzar el año, para regalarte algo para el espíritu: Aprende a escribir cuentos, novelas, crónicas. Un Taller que cambiará tu vida.

“EL ARTE DE NARRAR”

Dictado por la escritora y poeta Mharía Vázquez Benarroch.

Taller de narrativa, un taller de escritura, donde por medio de ejercicios se analizan las herramientas necesarias para afrontar la escritura del cuento, el relato y la novela.

La idea es que el taller sirva de base para la concepción de un libro de narrativa.

Se trabajará la Morfología del Cuento; la estructuración de los personajes y la anécdota; cuando una historia da para un cuento, o para una novela; voces narrativas y estilos; estructuras y tipos de finales; el cuento vs la novela; se hará una lectura actualizada de los autores fundacionales de la narrativa venezolana, latinoamericana y mundial (Meneses, Adriano González León, Pedro E. Coll, Federico Vegas, Onetti, Borges, Cortázar, García Márquez, Manuel Rivas, Antonio Muñoz Molina, Piglia, W.Faulkner, Raymond Carver, etc). Se trabajará sobre los textos de los integrantes del taller escritos en base a ejercicios narrativos.

La duración del taller es de 3 meses, 12 sesiones de 3 horas semanales.

Comienza el Viernes 18 de febrero.

Las personas interesadas pueden llamar al 961.48.46, para inscribirse y mayor información.

Este taller y sus integrantes, ha ganado varios premios literarios en los últimos años.

Mharía Vázquez Benarroch

hab. (0058-212) 961.4846

mi web de talleres literarios: http://imagomundi.com.net

mi blog: http://amarrandolapacienciaaunarbol.blogspot.com

http://www.artepoetica.net/Mharia_Vazquez_Benarroch.htm

"Aturem la guerra"

17 ene 2011

El guardián entre el centeno

Dentro de mis lecturas pendientes estaba El guardián entre el centeno de Jerome D. Salinger. Un libro que en determinado momento fue de culto para muchos (no sé si lo sigue siendo) y de lectura obligatoria para los estudiantes de secundaria en Alemania y creo que también para los de Estados Unidos. Valga decir, además, que estuvo dos semanas consecutivas como uno de los libros más vendidos según el New York Times por los años mil novecientos cincuenta y algo.

En mi caso personal fue irremediable leer este libro y no pensar en Piedra de mar de Francisco Massiani (http://palabrasyescombros.blogspot.com/2008/05/piedra-de-mar.html), ya que ese lenguaje desenfadado y sin tapujos de la adolescencia, está allí. Frontal e impertinente como lo dicta, en la mayoría de los casos, los impulsos propios de la edad, Holden Coulfield, su protagonista, después de ser expulsado de Pencey no por ser precisamente una lumbrera, deambula por las calles de New York y comienza a conversar sobre los temas que le apasionan: alcohol, drogas y prostitución.

Holden, más virgen que una virgen y por lo cual muestra una clara obsesión, siente celos de algunos compañeros que ya se han estrenado en el arte amatorio; se reconoce como un gran mentiroso y un cobarde sin igual para enfrentar sus fracasos; “Soy un exhibicionista nato”, dice en una ocasión y “un poco ateo. Jesucristo me cae bien, pero con el resto de la Biblia no puedo. Esos discípulos por ejemplo, si quieren que les diga la verdad, no les tengo ninguna simpatía”.

El guardián entre el centeno, es un libro que tiene muchas referencias en la cultura popular. Una de las más conocidas es cuando en la película “El Resplandor” de Kubrick, la que hace de esposa de Jack Nicholson (antes de enloquecer), se le ve leyendo The catcher in the Rye. También es un libro que ha estado relacionado con algunos célebres asesinos, como por ejemplo, el que mató a John Lennon, quien lo llevaba consigo cuando la policía dio con él.

En fin, Holden es todo un personaje. Infeliz, rebelde, pero innegablemente sensible. A lo largo de la historia narrada en primera persona, dice en varias ocasiones que está “loco”, “chiflado” y “loco de remate”, con ese tono irónico que lo caracteriza. Son tres días en que va de aquí para allá por las calles de New York conteniendo las ganas de suicidarse, cosa que no hizo por no estar seguro de si lo cubrirían pronto con alguna manta al lanzarse de algún edificio: “me habría reventado que un montón de imbéciles se pararan allí a mirarme mientras yo estaba hecho un Cristo”.

Queda la duda de si Pencey era realmente una escuela o un psiquiátrico, pero lo cierto es que tengo otra lectura pendiente que a Holden Coulfield le encantaba: El gran gatsby. Dice: “¡Qué tío ese Gatsby!, ¡qué bárbaro”, me chifla la novela. Pero, como les decía, me alegro muchísimo de que hayan inventado la bomba atómica. Si hay otra guerra me sentaré justo encima de ella. Me presentaré voluntario, se lo juro”.

11 ene 2011

Desde Buzz Lightyear hasta Woody... Allen.

En días recientes fui a comprar unas películas de Woody Allen. Le pregunté a la persona encargada si tenía algunas y me dijo muy orondo, "Claro, en la sección de comiquitas". El hombre sin saberlo me alegró el día, reí, reí y reí…
Anécdotas aparte, Conversaciones con Woody Allen de Eric Lax, es eso, una conversación la cual uno escucha tal como si estuvieras en la mesa de al lado, o mejor aun, junto a ellos de manera silente. Muchos dicen que el famoso director es un genio, que su talento va por encima de otros artistas, entre otros comentarios. No obstante, es curioso leer a cada instante -o escucharlo decir si se quiere- que de talento nada, que es un gran empírico y que lo que ha tenido es una suerte de Dios padre.
No sé cuánto de genio pudiera tener. Me falta ver muchas de sus películas para emitir una opinión menos encuesta de la que leen en este instante, pero lo que sí es cierto es que sus respuestas, la ocurrencia de lo que dice y cómo lo dice, deja claro que de tonto no tiene ni un pelo, aunque su apariencia engañe a más de uno y se diga a sí mismo: "el pobre infeliz que soy".
E.L.: ¿Se prepara de algún modo para meterse en el personaje?
W.A.: No. Para mí es coser y cantar. No es actuar. Si ahora mismo se pusiera a grabar con una cámara podría representar mi papel sin problema. Eso es lo bueno de no tener talento.
Quizás pudiera decirse que Woody Allen peca de un exceso de falsa humildad, pero al leer todo el libro, queda claro que no es eso, sino que en realidad es así, un artista que cree no tener talento para su oficio de cineasta y que la gran parte de su éxito se debe a una extraña combinación de los astros y a una suerte digna de un película de ciencia ficción. El libro se presta a ser leído de manera fragmentaria, un tanto aquí, un tanto por acá, retroceder, adelantarse y otros etcéteras. Los diálogos están planteados desde la honestidad de quien dice todo lo que sabe, lo cual además, sorprende por las referencias culturales de un hombre dedicado en cuerpo y alma al cine, y en sus momentos de ocio, a la música y a ver a los Yankees.
Algunas frases de Woody:
"Cuando uno convive con otra persona pierde toda credibilidad ante su pareja porque ésta no puede evitar ver que el otro es un ser humano no solo falible sino patético".
"Lo que hay que entender en realidad es que si haces una película, una obra de teatro, un libro o lo que sea, y tu trabajo no tiene éxito o no gusta, te van a odiar y no tienes ningún derecho a esperar que no lo hagan. La gente tiene todo el derecho del mundo a odiarte y tú no tienes ningún derecho a esperar a ser otra cosa que objeto de su desprecio. Te pagan para que hagas home runs, no para que le des al público con la pelota".
"La gente suele confundir mi timidez con una actitud distante, pero no es así. Necesitaba tener un centro espiritual y ser ateo, y eso no es fácil de conseguir. Así que experimenté una especie de indiferencia hacia el éxito o el fracaso y, desgraciadamente, hacia la vida en general...Ni lo uno ni lo otro sirven de mucho a la hora de enfrentarte a los verdaderos problemas de la vida".
"Nunca me ha gustado optar por el camino fácil en ninguno de los proyectos que he hecho, así que siempre acepto lo peor que se pueda decir de mi trabajo. Uno cuenta con argumentos a su favor, pero eso es muy engañoso, porque es tan fácil no ser sincero con uno mismo y auto engañarse que si das crédito a lo peor que se puede decir de ti, te cubres las espaldas".
"El único consejo que se me ocurre es que lo único que cuenta es el trabajo. Hay que limitarse a trabajar, sin molestarse a leer nada sobre lo que escriben de uno mismo, ni hablar mucho de lo que hace o deje de hacer. Y sin pensar en los beneficios...Cuanto menos se piense en una mismo, mejor".
"Si a uno lo califican de genio, lo que tiene que hacer es echar a correr, porque hay que preguntarse: "Si yo soy un genio, ¿que son entonces Shakespeare, Mozart o Einstein?"
"Uno choca con las mujeres porque las elige mal. El germen de la destrucción reside en uno mismo..."
"La vida es una situación en la que uno tiene todas las de perder".
"Ningún éxito u honor que me sea otorgado puede aliviar mi pesimismo genético".
“Las dos cosas más importantes de la vida son el sexo y la otra no recuerdo”.

7 ene 2011

Shahar

El minúsculo jergón
ya es bebedizo de angustias

su inmenso colchón

huésped de otros cuerpos
de inquilinos solitarios

bulle de ampollas

perfectos desequilibrios
onanismos ajenos


las sábanas son de mala calidad
son lijas número cien
aún así
nada expía sus penas
ni cercena la mácula erecta de su piel

llega un día más
ungüento de los desesperados.