28 oct 2009

La mecánica del corazón


Por casualidad mis últimas lecturas –excepto la de Proust– han tenido al “frío” como un elemento fundamental dentro del texto, o al menos, como el punto de partida de la historia. Esto sucede en Un lugar lejano y se repite en La mecánica del corazón, un cuento largo y por igual hermoso de Mathias Malzieu. Más allá de la juventud de este autor francés, me resultó curioso descubrir, como apunta la solapa del libro, que es “cantante de uno de los grupos de pop más importantes de Francia, “Dionisos”. Saltando este hecho anecdótico, La mecánica del corazón ha sido un best seller en el país Galo, amén de ser el título del sexto disco de la mencionada banda, pero lo que compete aquí en esta brevísima reseña, es destacar los atributos literarios del mencionado texto.


Imagínense el día más frío del año en donde todo se congela y la brisa helada es una delgada navaja que atraviesa la piel, ese día precisamente, fue cuando nació el personaje principal de esta historia: Jack. Él mismo se encarga de relatar cómo fue el momento de su nacimiento, que más allá de su protagonismo por estar llegando al mundo, lo cuenta como un testigo oculto que sobre pasa la propia conciencia de un recién nacido: “Es el día más frío de la historia. Y hoy es el día de mi nacimiento…En este lugar mi joven madre está dando a luz, y mientras se esfuerza en parir, observa a través del cristal cómo los pájaros y los copos de nieve se estrellan contra la ventana silenciosamente…En su interior, yo emito un ruido como de hucha rota...”¡Abre los ojos! ¡Contempla la llegada de este pequeño copo de nieve que has creado!”, quiero gritar”.


Madeleine, la partera que recibe a Jack en este mundo y que en el pueblo es tomada por bruja dado a sus prácticas y excentricidades, se da cuenta que el pequeño bebé nació con el corazón congelado y es por ello que decide incorporarle en su lugar, un mecanismo que le reanime y le de vida. Así Jack crece al amparo de la doctora Madeleine, como jocosamente le dicen y de un par de prostitutas que terminan siendo como tías del infante, Anna y Luna. Mientras Jack poco a poco abre sus ojos al mundo, éste juguetea con su mascota “Cunnilingus” para pasar el tiempo.


La narrativa de Malzieu se muestra espléndida por encima de situaciones tan tristes, como por ejemplo, las referidas al constante rechazo que sufre Jack por parte de las familias que nunca quisieron adoptarlo, y por la vivida en el colegio cuando por fin Madeleine le permite incorporarse al mismo. El humor, bien sea del autor o de los personajes, hace que estos difíciles momentos de la historia sean leídos con ligereza y no con una pesadumbre absoluta. Jack se vuelve el centro de chanzas de todos los chicos y a la par le llega un fuerte golpe ¿al corazón? cuando descubre el amor en Miss Acacia, una pequeña cantante andaluza que le marcó para siempre y por la cual tuvo que atravesar Europa para verla de nuevo. En su recorrido conoce a un personaje que será su bastón de apoyo en las penurias: Georges Méliès, un mago relojero con atisbos quijotescos. También se da el terrible reencuentro con Joe, su mayor enemigo conocido en el colegio, y gracias a él, Jack comienza a padecer uno celos terribles al mejor estilo de Otelo cuando se disputan el amor de Miss Acacia: “Me asalta la duda. Mi columna vertebral se convierte en un cascabel. Escucho el eco de mis escalofríos en todas partes bajo mi piel”.


La mecánica del corazón
pudiera verse como un cuento que rinde tributo al amor y a todas las emociones encontradas que dicho sentimiento provoca en los seres humanos. No obstante, también se destaca en el entramado de la historia, el delicado hilo conductor que nos lleva a reflexionar sobre el valor de las personas por lo que son y sienten, y no por lo que tienen. Descubre con tu lectura qué artefacto sustituyó el corazón de Jack para que pudiera seguir con vida.

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