En días recientes fui a comprar unas películas de Woody Allen. Le pregunté a la persona encargada si tenía algunas y me dijo muy orondo, "Claro, en la sección de comiquitas". El hombre sin saberlo me alegró el día, reí, reí y reí…
Anécdotas aparte, Conversaciones con Woody Allen de Eric Lax, es eso, una conversación la cual uno escucha tal como si estuvieras en la mesa de al lado, o mejor aun, junto a ellos de manera silente. Muchos dicen que el famoso director es un genio, que su talento va por encima de otros artistas, entre otros comentarios. No obstante, es curioso leer a cada instante -o escucharlo decir si se quiere- que de talento nada, que es un gran empírico y que lo que ha tenido es una suerte de Dios padre.
No sé cuánto de genio pudiera tener. Me falta ver muchas de sus películas para emitir una opinión menos encuesta de la que leen en este instante, pero lo que sí es cierto es que sus respuestas, la ocurrencia de lo que dice y cómo lo dice, deja claro que de tonto no tiene ni un pelo, aunque su apariencia engañe a más de uno y se diga a sí mismo: "el pobre infeliz que soy".
E.L.: ¿Se prepara de algún modo para meterse en el personaje?
W.A.: No. Para mí es coser y cantar. No es actuar. Si ahora mismo se pusiera a grabar con una cámara podría representar mi papel sin problema. Eso es lo bueno de no tener talento.
Quizás pudiera decirse que Woody Allen peca de un exceso de falsa humildad, pero al leer todo el libro, queda claro que no es eso, sino que en realidad es así, un artista que cree no tener talento para su oficio de cineasta y que la gran parte de su éxito se debe a una extraña combinación de los astros y a una suerte digna de un película de ciencia ficción. El libro se presta a ser leído de manera fragmentaria, un tanto aquí, un tanto por acá, retroceder, adelantarse y otros etcéteras. Los diálogos están planteados desde la honestidad de quien dice todo lo que sabe, lo cual además, sorprende por las referencias culturales de un hombre dedicado en cuerpo y alma al cine, y en sus momentos de ocio, a la música y a ver a los Yankees.
Algunas frases de Woody:
"Cuando uno convive con otra persona pierde toda credibilidad ante su pareja porque ésta no puede evitar ver que el otro es un ser humano no solo falible sino patético".
"Lo que hay que entender en realidad es que si haces una película, una obra de teatro, un libro o lo que sea, y tu trabajo no tiene éxito o no gusta, te van a odiar y no tienes ningún derecho a esperar que no lo hagan. La gente tiene todo el derecho del mundo a odiarte y tú no tienes ningún derecho a esperar a ser otra cosa que objeto de su desprecio. Te pagan para que hagas home runs, no para que le des al público con la pelota".
"La gente suele confundir mi timidez con una actitud distante, pero no es así. Necesitaba tener un centro espiritual y ser ateo, y eso no es fácil de conseguir. Así que experimenté una especie de indiferencia hacia el éxito o el fracaso y, desgraciadamente, hacia la vida en general...Ni lo uno ni lo otro sirven de mucho a la hora de enfrentarte a los verdaderos problemas de la vida".
"Nunca me ha gustado optar por el camino fácil en ninguno de los proyectos que he hecho, así que siempre acepto lo peor que se pueda decir de mi trabajo. Uno cuenta con argumentos a su favor, pero eso es muy engañoso, porque es tan fácil no ser sincero con uno mismo y auto engañarse que si das crédito a lo peor que se puede decir de ti, te cubres las espaldas".
"El único consejo que se me ocurre es que lo único que cuenta es el trabajo. Hay que limitarse a trabajar, sin molestarse a leer nada sobre lo que escriben de uno mismo, ni hablar mucho de lo que hace o deje de hacer. Y sin pensar en los beneficios...Cuanto menos se piense en una mismo, mejor".
"Si a uno lo califican de genio, lo que tiene que hacer es echar a correr, porque hay que preguntarse: "Si yo soy un genio, ¿que son entonces Shakespeare, Mozart o Einstein?"
"Uno choca con las mujeres porque las elige mal. El germen de la destrucción reside en uno mismo..."
"La vida es una situación en la que uno tiene todas las de perder".
"Ningún éxito u honor que me sea otorgado puede aliviar mi pesimismo genético".
“Las dos cosas más importantes de la vida son el sexo y la otra no recuerdo”.
2 comentarios:
Es todo un personaje, alguien muy peculiar que de alguna manera ha dejado una huella imborrable en el cine. Un libro fresco que nos da una ventana con visión exclusiva para conocer a uno de los mejores directores cinematogràficos.
Sea lo que sea, es un ser original de "pesimismo genético", y fuera de clichés, lo cual se agradece. Está bien escuchar a gente así, aunque estén equivocados.
Me da risa la frase que pones de él "La vida es una situación en la que uno tiene todas las de perder".
Bueno, pues buen libro para picar, como tú dices, y escuchar como el que no quiere desde la mesa de al lado :D
Saludos
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