15 sept 2008

Ronin



Richard Wright se despide y se une con otro inmortal de los Floyd: «Syd, allá voy!»


Con su impertinencia de siempre
se aparece en mis horas de sueño

me hago reflejo

espejo de su huso oriental

debo ser noche y no me deja
él es día y trafica su luz a través de la inquieta luna
me saluda con su cortesía de isla
con su hermoso loto marchito
:
«Kon-nichi-wa»

me reduzco ante su dominio sobre mis manos

no respondo

soy yo mismo
un simple y diminuto bonsái en celo

aguijón de nieve en pensamiento
sable conspicuo sin historias
sin muertes
sin glorias

2 comentarios:

Libreros dijo...

“Cuando la idea ha sido transmitida,
poco importan las palabras
que le han servido de escolta”
Zhuangzi

Pupila dijo...

¡Kon-nichi-wa!, ¿qué haremos con estos impertinentes?