26 mar 2009

Close Up


Sé que es arriesgado decir que la siguiente cita resume en gran parte de lo que va Close Up de Armando Coll. Asumo el riesgo: “Un homenaje a la mierda venezolana de las relaciones con los tipos que son, con la pomada y el mi amor, a la grandiosa estupidez que en este país se entiende por éxito. Venezuela, tan vana, mi amor”.

La voz narrativa va camuflándose entre el protagonismo periodístico de Augusto Márquez y las anécdotas de la consagrada relacionista pública Gloria Suárez, sin dejar de lado el tono sarcástico que ronda toda la novela para dar paso a la variedad de temas como el racismo, la homosexualidad, corrupción, entre otros, tan propios en una ciudad que se cree cosmopolita y muchas veces parece lograrlo: “Pero todo era una maquinación, un jueguito de pánfilas de jumper y medias Mariselita hasta la rodilla, un delirio. El racismo nunca había sido un tema en el colegio. Y llegamos nosotras, Ismenia y yo, a ponerlo en agenda”; también echa tijera del tema editorial actual de nuestro país cuando dice: “¿No has visto la cantidad de libros que se han publicado últimamente? … Cantidad de libros, libros, libros… Tú entras en una librería y te tropiezas con es inmensidad, ese bosque dilapidado, esa frondosidad de papel, esa grandísima papelera invertida que son las mesas de novedades en las librerías… Ahora en este país todo el mundo es escritor”.

Armado Coll hace memoria de situaciones que por deleznables que sean, forman parte de nuestra historia contemporánea en donde incluso halló espacio para encajar a la perfección al psicoanalista francés Jacques Lacan en una situación bochornosa del propio protagonista; aparece un mal recordado “operador financiero” que “después con su cara muy lavada y apoyado del gobierno puso una agencia de seguros de medio pelo…ja!” En automático recordé quién es dicho personaje. Prefiero no dar nombre y apellido para dejarle la incógnita, pero estoy segurísimo que si usted, amable lector, es venezolano, recordará quién es.

La situación bochornosa que mencioné líneas atrás es una muestra del lenguaje incisivo y directo que utiliza el autor, que en palabras de Sebastián de la Nuez nos hace pensar qué “tan patéticos son” los personajes que se ven en Close Up. Vemos así cómo después de una soberana borrachera, Augusto Márquez cuenta: “Despierto bajo un banco acariciado por unas moscas que han de haberse cebado antes en una cagada que tengo nada más ahí, a tiro de mano”.

El fatuo mundo de la farándula, entre otros aderezos, están en Close Up, donde el autor además de todo lo ya dicho, pone en alerta al lector, no interpelándolo, pero sí advirtiéndole algunos ajustes necesarios en la trama: “la cosa, el chisme, el escándalo… Unos hermanos desgarrándose una puta herencia o algo así. El apellido es irrelevante para esta memoria –y por lo tanto ha sido cambiado- y lamento decepcionar al lector”.

Vale la pena comentar que Close Up junto a otras obras de destacados venezolanos de las letras y demás países hispanohablantes, está incluida dentro de las novelas participantes al prestigioso Premio Rómulo Gallegos que ya va por su décima sexta edición. Como cota final, cierro con esta breve pero fotográfica cita que hace eco de nuestra terrible y dolorosa realidad saltando como pez fuera del agua: “este paisito petrolero gobernado por unos gangster ineptos”.

2 comentarios:

Taller Literario Kapasulino dijo...

Me gusto el comentario que hiciste de este libro, parece muy interesante.
Me gustan cuando los escritores son sarcásticos.

Cristiane Felipe dijo...

Gracias...
Desculpe me por não escrever bem em seu idioma, mas agradeço sua visita.

Abraços